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Presión atmosférica

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Presión atmosférica InicioPrimeros pasosCook&BiologyRigs&KnotsArtículosTestingShoppingCarpTripForoTeamNews Inicio Cook&Biology Anatomía de la carpa Presión atmosférica ¿Pesca o pasión?Express session in EbroOtoño mágicoReflexión de un carpistaSesión en OrellanaCarpas invernales Presión atmosférica Durante nuestras innumerables sesiones de pesca sufrimos constantes contrastes en cuanto a resultados. En principio los achacamos a fallos técnicos propios, pero cuando se dan sesiones perfectas en cuanto a técnica buscamos otras causas, algo que nos haga saber el porqué de nuestro éxito o nuestro fracaso con la intención de poder encontrar una fórmula que nos permita prever en futuras salidas nuestras probabilidades de triunfo. Esto se ha centrado principalmente en el tiempo y la Luna. Mucho se ha hablado sobre la influencia de estos dos campos pero, ¿realmente hay estudios que lo demuestran?. Lamentablemente todo se basa en hipótesis, en caminos seguidos intentando ver concordancia entre sesiones buenas y malas contrastando el clima o la fase lunar. Hay cosas del clima que claramente inciden sobre la actividad del pez, por ejemplo, al amanecer y al atardecer, los rayos del sol inciden sobre la superficie del agua con ángulo de 10 grados, lo cual le impide atravesar las capas de agua debido a la refracción de la luz. Esto hace que las aves depredadoras no puedan ver a los peces y estos a su vez comen más confiados cerca de la superficie y en zonas someras. Se produce efecto espejo, las carpas pueden ver a sus depredadores pero las aves no pueden ver a los peces. En nuestro país, se le presta poca atención a la presión atmosférica. Sin embargo pescadores de Bass de peerage en Estados Unidos llevan un barómetro y según sus indicaciones montan un señuelo u otro y cambian sus tácticas de pesca. En Europa somos los pescadores de carpfishing los que le damos crédito a este factor. La presión atmosférica es el peso que ejerce sobre la superficie terrestre la capa de aire que nos rodea. No es uniforme ni constante, varía geográficamente y está sujeta a continuas fluctuaciones que se miden utilizando diversas unidades; las más conocidas son el milibar y la atmósfera 1013 milibares equivalen a 1 atmósfera). Se consideran altas presiones las superiores a 1016 milibares, bajas las que están por debajo de 1008 y normales las que rondan los 1013. En los mapas del tiempo los puntos que tienen la misma presión están unidos por una línea que recibe el nombre de isobara, y el conjunto de esas líneas representa la distribución de los anticiclones (áreas de altas presiones) y de las borrascas (áreas de bajas presiones). Los anticiclones se representan por isobaras elípticas y muy separadas entre sí, lo que indica vientos muy flojos que soplan en el sentido de las agujas del reloj. Cuando estamos bajo la influencia de un anticiclón, los cielos están despejados o casi despejados y pueden aparecer nieblas y neblinas favorecidas por la ausencia de vientos. Las borrascas se simbolizan por isobaras de forma circular y muy juntas, indicando fuertes vientos que giran en sentido contrario a las agujas del reloj. Cuando las borrascas se asocian a un frente frío suelen provocar precipitaciones intensas, de corta duración y con frecuencia acompañadas de tormentas. Al asociarse a un frente cálido, originan lluvias débiles, poco intensas y de larga duración. Aunque no existe un acuerdo sobre los efectos que la presión atmosférica provoca en los peces, la creencia más generalizada es que las bajas presiones estimulan su actividad y que las altas presiones los paralizan. Para explicar tales efectos se afirma que las subidas de presión comprimen la vejiga natatoria del pez forzándolo a permanecer aletargado en el fondo. Pero hay poderosas razones para cuestionar todo eso. La anatomía de los ciprínidos indica que el mecanismo propuesto para explicar los efectos de la presión atmosférica carece de fundamento y, si tenemos en cuenta algunos principios físicos básicos, resulta obvio que los cambios en la presión atmosférica son imperceptibles para los peces. La vejiga natatoria de los ciprínidos está conectada con el esófago, lo que les permite modificar el volumen de aire que contiene de acuerdo con sus necesidades. Seguramente alguna vez habrás observado que cuando clavas un barbo o una carba de buen tamaño y has logrado hacerlo subir, hay un momento en el que expulsa numerosas burbujas de aire e inmediatamente después tira de nuevo hacia el fondo. Lo que ha hecho, y parece hacerlo sin grandes dificultades, ha sido vaciar parcialmente la vejiga natatoria para disminuir su flotabilidad y sumergirse con rapidez. Por otra parte, no hace falta ser un experto en física para darse cuenta de que, a diferencia de los animales terrestres, la presión que experimenta un pez es la suma de dos presiones, la de la atmósfera y la del agua que tiene sobre sí mismo. Considerando que el agua es 800 veces más pesada que el aire, los cambios debidos a la presión atmosférica son minúsculos si se comparan con los que origina un simple movimiento vertical en la columna de agua. Las presiones muy altas sitúan alrededor de 1.040 milibares y las muy bajas, por ejemplo durante un huracán, pueden descender hasta los 935 milibares. La diferencia de presión que existe entre esos extremos equivale a la que experimenta un pez al ascender o descender 90 centímetros. La velocidad a la que cambia la presión atmosférica es también irrelevante si consideramos lo que pasa bajo el agua, El cambio que provoca el acercamiento de una tormenta importante requiere una hora para igualar la magnitud del que produce el paso de una ola de 20 centímetros: una tiempo más que suficiente para que los peces no tengan problemas en adaptar sus vejigas natatoria. En definitiva, los efectos directos de la presión atmosférica son demasiado débiles para estimular o frenar las picadas de los peces. Seguramente ni los notan. ¿Significa esto que las fluctuaciones de la presión atmosférica carecen de importancia para la pesca? Decididamente, no. Pero es más razonable asumir que sólo son un factor indirecto. Una subida o una bajada en la presión atmosférica implican usualmente cambios en las condiciones meteorológicas. Son esos cambios, y no la fluctuación del barómetro, los que afectan al medio en que vive el pez y, por tanto, a su comportamiento y a nuestros resultados. Cuanto mejor comprendamos esto mejor sabremos localizar los peces, cosa, para mi, esencial. Dicho esto y homenajeando a Ángel Martínez Rodas toca elegir estrategia y cebos para atacar esa zona en la que sabemos que se encuentra el pez. Cuando la pesca está muy difícil algo que siempre me funciona, es localizar el pez y atacarlo un único cebo de anzuelo flotante acompañado de un pva con un preparado potente. Este año es Secret Obsession el que me esta dando buenos resultados, un pequeño pop up con un zephyr y verisimilitude muy característico. Para el preparado de pva utilizo: Active Feast de engodo base, Feedstim Xp como estimulante de apetito, caracoles de agua (Water Snails) los cuales les dan un gran poder de atracción y ese efecto crunch que llamará la atención de más peces y betaina, para poner la guinda a nuestro pva. Esto hace que en el fondo se cree una manta de alimento que se dispersa verticalmente creando una columna de partículas y aromas irresistible para aquellos peces que con estas temperaturas apenas tienen actividad. Reducir el tamaño del anzuelo lo máximo posible sin comprometer el éxito en la lucha es un punto importante rates sesiones nulas prolongadas. Un bajo de línea potente a la vez que suave facilita la clavada cuando comen sutilmente. Al igual que utilizar el sistema Drop Off con un leadcore que minimice la detección de la línea. En Extremadura este año, la dificultad se acentúa por los cangrejos los cuales tienen una actividad casi permanente durante todo el año dejando reducida a un mes el cese de la misma. Esto nos impide utilizar todas las armas que nos brindan las marcas de cebo punteras en el sector. Es casi una constante el uso de cebos artificiales y chufa. FACEBOOK Articulos relacionados El Oxígeno y las carpas En la pesca de ciprínidos, las claves del éxito pueden resumirse en dos: una correcta presentación del cebo y tácticas de cebado acertadas. Es obvio que para realizar convenientemente ambas tareas... El gusto de la carpa Jesús Cruz continua con su pequeño homenaje a Ángel Martínez Rodas completando la saga de artículos sobre los sentidos de la carpa, en esta ocasión trataremos el gusto. Hasta hace no muchos años, el... 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